
Toledo es sin duda una de las ciudades con más monumentos de toda la geografía española. Rica en cultura, en costumbres y en zonas que visitar, dos días pueden no ser suficientes para conocerla, pero sin duda servirán para hacerse una grata idea de todo lo que esta maravillosa ciudad imperial puede ofrecer a sus visitantes. En Toledo se aúnan la cultura cristiana, la musulmana y la judía en un recinto amurallado inmejorable, dónde el tiempo se detiene y cada rincón parece estar especialmente preparado para dar a conocer su historia. A continuación un guía para no perderse nada.
Qué ver en la mañana del primer día
La visita de dos días a Toledo puede comenzar visitando el exterior de la zona amurallada de la ciudad, dónde se encuentran algunos lugares de interés.
El Hospital-Museo de Tavera
Este hospital con carácter renacentista data del siglo XVI y se encuentra auspiciado por el Arzobispo Tavera. De éste destaca sobre todo su fachada con mármol de Génova y su interior impresionante. Además este hospital alberga un museo en el que hay obras del Greco, de Tintoretto y de otros conocidos artistas.
La Puerta Bisagra
Después la visita puede continuar por la Puerta Bisagra, un monumento renacentista con orígenes musulmanes que toma su nombre de la palabra árabe Bab-Shagra que quiere decir Puerta de la Sagra. Se construyó casi toda en la época de Carlos V y de Felipe II y en se trata de una puerta monumental que no tiene carácter defensivo.
La Puerta del Sol y la Mezquita del Cristo de la Luz
La siguiente parada será en la Puerta del Sol, reconstruida con estilo Mudéjar y que se trata concretamente de una especie de arco del Triunfo. Al lado de ésta se encuentra la Mezquita del Cristo de la Luz, un edificio que pertenece a la época califal y que cuenta con un estado de conservación perfecto.
El Puente de San Martín
Si se sigue bordeando la muralla se llegará hasta el Puente de San Martín, que se encuentra ubicado al oeste de Toledo y que data concretamente del siglo XVI, habiendo sido declarado monumento nacional.
Dónde comer el primer día
Probablemente después de esta ruta por fuera de las murallas de la ciudad ya haya surgido el hambre, así que existen unas cuantas propuestas de zonas en las que comer en esta ciudad que es reconocida como capital gastronómica. Los mejores lugares para comer por menos de veinte euros son los ubicados en el Casco Antiguo de la ciudad, dónde pueden encontrarse incluso menús por menos de diez euros o se podrá elegir entre tapeos y bocadillos, restaurantes de comida rápida etc. pues la oferta es bastante amplia. Además también son recomendables el Barrio de Santa Bárbara y La Legua.
Qué ver en la tarde del primer día
Y de nuevo con el estomago lleno llegará la hora de reemprender la ruta para conocer nuevos rincones de esta bonita ciudad.
El Monasterio de San Juan de los Reyes
Este lugar se construyó como panteón de la dinastía de Isabel la Católica dónde destaca su claustro de doble piso que es también cuadrado y se considera una obra maestra del conocido estilo gótico. Finalmente después de la conquista de Granada los reyes decidieron que no serían enterrados aquí.
Santa María la Blanca, el museo del Greco y el museo Sefardí
Desde aquí se llega hasta Santa María la Blanca, una iglesia con un clásico estilo mudéjar, al museo del Greco, dónde se pueden admirar pinturas realmente destacadas y al museo Sefardí, dónde se podrá conocer más a fondo la cultura judía.
La Sinagoga del Tránsito y la Iglesia de Santo Tome
A continuación, la Sinagoga del Tránsito es el lugar ideal para conocer como se aunaban las tres culturas existentes en la zona, dónde se puede apreciar la importancia que tiene la cultura sefardí. La visita continuará por la Iglesia de Santo Tomé, realmente conocida porque en ella se encuentra el conocido cuadro del Greco “El entierro del Señor Ordaz”, destacando sobre todo su torre de estilo mudéjar.
El Palacio Arzobispal y el Ayuntamiento
Y la última visita de la tarde sin duda se reservará a la Plaza del Ayuntamiento y al Palacio Arzobispal. La primera tiene un claro estilo toscano clásico italiano pues data del año 1575 mientras el segundo es más antiguo y de estilo mudéjar pero fue reformado en los siglos XVI y XVII.
¿Qué hacer en la noche toledana?
Y antes de retirarse al hotel a descansar, o si se prefiere después de cenar, lo mejor será desplazarse a algunas de las zonas más interesantes de la ciudad para poder disfrutar tanto del atardecer como de las maravillosas vistas nocturnas.
Los cerros de Toledo
Una de las primeras opciones es la de visitar los cerros de Toledo que se encuentran ubicados sobre la judería. Desde para hacer una increíble fotografía panorámica hasta para disfrutar simplemente de las vistas con la persona que quieras, o en absoluta tranquilidad, sin duda vale la pena subir hasta este lugar.
Cristo de la Luz
La segunda opción será subir a la Mezquita del Cristo de la Luz pues desde sus jardines se puede también disfrutar de unas increíbles vistas. En cuanto a la tercera, si tienes suerte y encuentras la Puerta del Sol abierta sin duda quedarás maravillado/a ante tanta belleza. Para llegar a este lugar deberás buscar la calle Núñez de Arce y bajar por ella hasta el final del Callejón de San José.
Qué ver en la mañana del segundo día
Después de haber descansado bien, te recomendamos un buen desayuno para cargar fuerzas puesto que te espera una mañana intensa.
La Catedral de Toledo
La primera de las visitas del día será a una de las joyas de la ciudad de Toledo: la Catedral. La Torre data del siglo XV y tiene 90 metros de altura. Actualmente las visitas se hacen desde la puerta Neoclásica y además de disfrutar de la maravilla arquitectónica de que se trata, también vas a poder disfrutar en su interior de un gran número de obras de arte entre las que destacan cuadros de Ticiano, de Goya, de Caravaggio etc.
El Alcázar de Toledo
Después de esta visita tienes otra cita larga (si te gustaría conocer a fondo el lugar), con el Alcázar, ubicado justo en la parte más elevada de una colina. Fue Carlos V quién lo mandó construir y data del Siglo XVI. A lo largo de su historia ha sido utilizada como cárcel, cuartel e incluso como talleres y actualmente alberga el catálogo del Museo del Ejército.
¿Dónde comer el segundo día?
Como probablemente el hambre ya apriete será interesante dirigirse a la Plaza de Zocodover, una zona muy céntrica dónde se podrá disfrutar de algunas tapas y o de un buen menú y reponer fuerzas. Sin duda descansar en una ciudad tan bonita tampoco deja indiferente a nadie, más aún teniendo en cuenta que no resulta nada caro comer y si se quiere se podrán degustar un rico cochinillo o un cordero asado.
Qué ver en la tarde del segundo día
La visita continuará por la tarde, y es que no podrás irte a casa sin terminar de conocer algunos rincones de la ciudad de Toledo.
El hospital de Santa Cruz
Este edificio que data de la época de los Reyes Católicos destaca sobre todo por su especial escalera, así como porque con él empezaron a llegar a España las primeras ideas de salubridad en los centros de salud.
El Puente, la Puerta de Alcántara y el Castillo de San Servando
Por último, no deberás marcharte sin conocer el Puente y la Puerta de Alcántara, con orígenes romanos y árabes ni el Castillo de San Servando, cuya función principal fue la de controlar la salida y la entrada de la ciudad para mantenerla protegida.